martes, 27 de enero de 2015

Pureza


Paseaba por un jardín mustio, marchito,
ella le enseñó que podía ser  el mas bonito,
respiraba los aires de aquel infierno,
inhaló su aire puro...y con su cuaderno,
intentó regalarle una poesía,
que confesara , lo que su corazón sentía,
pero su pluma padecía la cobardía,
al pensar que ningún verso la merecía,
y las agujas del reloj fueron bailando,
y las arrugas de los dos fueron sabiendo...
que no hay poema que describa con certeza
lo que escriben las miradas ...el amor y su pureza.


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