bajo el disfraz de su sonrisa,
las lágrimas se le acabaron,
y miraba al cielo con sus ojos secos,
buscando la lluvia,
quería mojarse el pelo y las pupilas,
saltar los charcos de la angustia,
empaparse del llanto de las nubes,
y tras ellas ver el sol,
pero parecía hacerse siempre de noche,
y la noche no tenia ruidos,
y solo escuchaba sus penas,
y su silencio le gritaba por dentro.
Una de esas noches,
empezó a tocar una vieja guitarra,
que expulsaba sus penas...
en cada nota,
comenzó a escribir pensamientos,
que borraban su angustia...
en cada verso,
y encontró la lluvia ,
la de sus ideas,
y en ese abril ,se encontró a si misma.
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