Escribía en su cabeza,
el dictado de las horas,
escuchaba a los ratones,
mordiendo las vigas
del desván de su cerebro,
oía al silencio de la noche,
y movía los dedos de los pies,
las ovejas le contaban a él,
y soñaba que dormía...
 despierto.
empezó a escribir su insomnio
y sus ratones se comían las hojas ,
sus pies al ritmo de  la noche...
contaban su historia...
  soñando.
 
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