Llueve,
y la tierra se hace barro
en una mezcla tan pura
como un whisky y un cigarro
inundando las aceras
hígados y corazones
las nubes cubren sus cielos
el sol se fue de vacaciones...
llueve,
cada gota es un recuerdo
cada trago un hasta luego
cada charco es un te quiero
que pisan sus pies descalzos
como si fuera un faquir
que no teme a los cristales
pero recela al porvenir
llueve,
en la cantina del miedo
donde se besan los vasos
y el humo sabe a consuelo
donde lloran corazones
lágrimas de soledad
convertidas en nubes
que borran la realidad
llueve,
gotas de rabia
llueve,
gotas de enfado
llueve,
gotas de penas
llueve... sobre mojado.
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