Cuando sus palabras 
se callaron 
habló su silencio
y entre silencio y silencio 
se escondía un grito
podía escucharse
desde cualquier corazón 
pero solo unos pocos
podían oírlo
a esos corazones sordos
sin gritos
el silencio les borraba los latidos
bebiendo su sangre 
y sus raíces
en forma de venas
en forma de arterias
encogidas suplicaban
suplicaban por la ausencia 
llorando por la falta
de un poco de tristeza...
de una pizca de poesía.
 
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