había un camino
hacia ningún lugar
que a la sombra
del destino
quería caminar
a su lado había brotes
de plantas calcinadas
zumos de sangre pura
en aceras agrietadas
parecían tales venas
de la madre asesinada
por uno de sus hijos
al que ella amaba
oscuro se hacia el camino
cual mirada sin cerebro
con el suelo color vino
y un matiz de cenicero
y la culpa de sus guerras
de avaricia por las perras
de codicia por lo ajeno
de su peor veneno
y a los ojos de una luna
tan solo quedo una bruma
una luz que ya no alumbra
en el planeta penumbra
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