Sentada en el bordillo de la acera,
con un cigarro en la mano,
cansada de la vida que llevaba,
miraba entre el humo,
volaba con él,
y desaparecía ...
se volatilizaba,
contaminando la respiración,,
de cualquier fumador pasivo,
de cualquier maltratador activo,
decidió dejar de fumar,
y ser humo,
esfumarse,
y ser viento,
y volver a levantarse.
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