Ya no quedaban huecos en este manicomio, y llegaste tú con tu cordura, parecías salida de un viaje en bicicleta ( 2000 ).
Los colores variopintos
ondearon esas banderas,
las que cubrían nuestro nido
(Supe lo que era volar sin cielo).
Eras esa compañera que siempre quise tener en mi alcoba,
el número plantado en las puertas crecía hacia el infinito cuando el tornillo se aflojaba y yacía tumbándose, como descansando.
El pasillo vacío que llenábamos de voces entre susurro y susurro ,
y aquella ventana con aquellos barrotes de forja negra que separaban nuestro mundo del mundo de los otros , los que no éramos ni tú ni yo...y derrepente tu camisa de fuerza y la mía se mezclaron, mi oído en tu boca y uno de esos suspiros de cuerdas bocales y consonantes me dijo :
- no te preocupes...
los locos son ellos.
lunes, 24 de julio de 2017
Habitación 8
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