Eran otros tiempos,
pero siempre se quedan impregnados
como en una habitación
de nuestra alma,
en una vaga sonrisa
de ojera a ojera,
en un humilde suspiro,
y ahora si cerramos la mirada
suenan los momentos,
aquellos que una noche fuimos,
los que tiraban los problemas
a una papelera de olvido,
los que sin canas al aire,
peinabamos de rebeldía
al frondoso cabello
del miedo...
parece
que ha pasado tanto tiempo...
y tan solo
fue ayer.
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