En cada tic en cada tac
cabía un silencio un suspiro una pena
el reloj marcaba un reproche infinito
borrosas sus manecillas oxidadas por su tempo
le recordaban
que estaba cada vez mas viejo cada vez mas olvidado
su música era baile
de aquella casa abandonada
deshabitada y fría sin el calor que un día tuvo
pero cada quince minutos seguía sonando
esperando a que un bailarín
viniese a limpiar esa capa de polvo
a que le pusieran en su hora
en cada tic en cada tac
se cuestionaba
si le habían olvidado
si su familia estaría con un reloj mas moderno
de esos relojes tan exactos que dan miedo
de esos relojes que marcan el tiempo
pero no lo aprecian
quería volver a tener momentos
que sus minutos sirvieran de algo
y en cada segundo no perder
las ganas de marcar el compás
en cada tic en cada tac
lo que el viejo reloj nunca supo
es que su dueña y su dueño
todavía le llevavan en su recuerdo
pues sin saberlo el mejor baile
el que mas echaban de menos
era el baile delante de su reloj
a cualquier hora en punto
y ahora
en cada tic
en cada tac
no saben si algún día
podrán volver a verse
pues su tiempo les fue robado
mientras a sus dueños
los apodan refugiados
a su reloj le llaman
el reloj del olvido
que jamás fue olvidado.